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Arquitectos: Iñigo Beguiristain, Vaillo + Irigaray Architects; Iñigo Beguiristain, Vaillo + Irigaray Architects
- Año: 2017
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Fotografías:Iñaki Bergera
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Proveedores: Betacryl, Bodart and Gonay, Deck, G-U Gretsch Unitas - 934, GEZE, Inalco, Listone Giordano, Noken, PPG Paints, Roca, Simon, VELUX Group, VMZINC
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Existía un proyecto original del que sólo se llegó a realizar la estructura, que permaneció inacabada, como tantas otras. Una mole de hormigón armado muy potente, caracterizada por las dos fachadas de la planta primera que, actuando como vigas de gran canto, soportan un generoso vuelo de más de 6 metros. A destacar también los patios ingleses, que permiten la ocupación total de la planta sótano, de modo que gran parte de la superficie habitable de la casa permanece oculta bajo el terreno. En la superficie se proponía una lectura de la obra terminada a modo de intersección o macla de dos volúmenes diferenciados, con distinta terminación, sobre los que se perforaban puntualmente los huecos de iluminación de la vivienda.
Transcurridos diez años surge la oportunidad de terminar la obra y repensar el proyecto. Nuevas intenciones guían el desarrollo de la propuesta. Habiendo percibido demasiadas tensiones en una parcela de dimensiones ajustadas, se procura compensar el inquietante equilibrio del volumen superior en vuelo mediante la formación de una plataforma elevada transversal que ayude, a su vez, a salvar el desnivel entre el interior de la casa y el jardín. Este gesto sugiere un asentamiento más enraizado de la casa sobre el terreno, idea que se puede apoyar tratando los patios ingleses como prolongación de las fachadas. Todo ello anima a acusar la componente horizontal. Se propone, de este modo, una composición de franjas superpuestas, configuradas mediante un revestimiento de cinc y madera, que aligeran y disuelven la percepción de las masas primigenias, proporcionan una imagen homogénea, monolítica, más serena, absorben e integran los diferentes huecos, incluyen las contraventanas correderas de protección solar y oscurecimiento y, además, diluyen casi completamente la presencia original de los dos volúmenes. El mismo patrón llevado al interior de la vivienda abunda en la intención de perpetuar las fugas y disolver los límites, proporcionando una mayor sensación de amplitud.
La aparente sobriedad y el hermetismo exterior de la casa contrasta con un interior alegre y luminoso, gracias a los lucernarios de cubierta y la generosidad de los huecos de la planta sótano.